Según una de las definiciones que he encontrado en la Wikipedia, una epidemia es un “daño o desgracia que afecta a gran parte de una población y que causa un perjuicio grave”, así pues, permitidme que afirme categóricamente que estamos ante una epidemia. Hemos llegado a 2019 y en la calle hay hombres que acosan y asesinan a mujeres. A las que ellos consideran SUS mujeres. Y me horroriza que esto pase después tantas campañas de sensibilización, denuncia y que la violencia machista llegue a extremos tan mediáticos en los que parece que no haya un día sin que tenga que salir una noticia relacionada con el asunto.
Y es por ello que he querido escribir este post desde el blog de Certifydoc, para poder expresar de forma pública mi opinión. Hubiera podido ponerme a discutir en la polémica conversación que surgió en la página de Facebook a raíz de una publicación en este canal sobre un artículo de #metoo, pero antes de enfrascarme en este tipo de debates en redes sociales, he querido reflexionar sobre el tema y es que me doy aún más cuenta de la grave situación actual. En este post que os comento, se hace referencia al acoso que puede sufrir una mujer por parte de un superior en el trabajo y desde Certifydoc se propone la herramienta para poder presentar pruebas con validez legal y fecha cierta a dicha amenaza. Se trata de un primer paso ante la denuncia, que no solo aporta las rigurosas pruebas que os he comentado, se trata además de tomar consciencia, como mujer acosada, de que hay que denunciar y que lo podemos hacer de forma ágil. Pues bien, una usuaria de Facebook, comentaba que con tan solo bloquear al individuo de nuestro Whatsapp, ya tenemos suficiente para acabar con la amenaza. Y aquí es cuando me doy cuenta de la gran tarea que nos queda por hacer. Como si todo en esta vida fuera tan fácil como en un episodio de Back Mirror y pudiéramos bloquear también en el día a día y en la vida real, a aquellos seres con los que nos vemos obligadas a compartir, según ellos, algo más que trabajo…
Para hacer hincapié en la magnitud del problema, os quiero mostrar unos ejemplos de estadísticas oficiales y publicaciones de periódicos sobre el feminicidio en Europa, en España y en Italia, que me ha pacientemente proporcionado Mario, para daros así la idea de los impresionantes números y sobre todo de lo poco que ha mejorado esta situación en las últimas décadas y sobretodo de que algunos prejuicios que muchos tenemos no se reflejan en la realidad de la estadísticas.
Hemos querido simplificar estas estadísticas y normalizarlas y aunque no hemos llegado a comparar los mismos años, damos estimaciones de la población total de cada país y su distribución en hombres/mujeres. Permitidnos que se nos perdone esta falta de alta precisión en los números, aunque las fuentes citadas sí que son precisas y oficiales. Estos ejemplos son de feminicidio, pero a través de los enlaces internos podemos profundizar para encontrar todas las estadísticas sobre violencia y no solo de feminicidio.
Una idea de la magnitud global y mundial del problema la podemos encontrar en este enlace de la ONU.
Los datos son escalofriantes, se calcula que en todo el mundo más de 600 millones de mujeres viven en países donde la violencia doméstica no es un crimen. Además, 43.600 mujeres y niñas en el mundo han sido asesinadas por un compañero, expareja o miembro de la familia en 2012. Un tercio de todas las mujeres afirman haber sufrido algún tipo de violencia, sexual o no, al menos una vez. Solo el 11 por ciento de las víctimas informaron del incidente a las autoridades. Estas cifras provienen del estudio Combating violence against women, publicado por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en noviembre de 2016
En la UE en el 2011, en media cada día 18 mujeres han sido asesinadas, 12 de estas por parte de parejas u otros miembros de la familia… ¡Cada día!. Para dar una estimación no oficial, serían alrededor de 6570 mujeres en el 2011 y corresponden a un asesinato cada hora y veinte minutos.
Pero no me quiero quedar en los datos. Le pedí a Mario el escribir un post personal y por eso quiero desde aquí denunciar aquellos hechos que aún denunciados, no han recibido apoyo por parte de nuestra sociedad. No es solo un asunto de cultura, es un tema de educación. Como madre, mi deber es asegurarme de que mis hijos conocen, primero sus derechos y obligaciones y que sabrán decir basta ante cualquier situación que ponga en peligro su integridad física o psíquica. Y luego, darles a conocer y ofrecerles las herramientas para que siempre, SIEMPRE puedan defenderse.
Eva Romeu
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